Nunca... (168) 25 años de Los 40

Habían pasado 25 años desde aquél lunes 18 de Julio de 1966 en que bajo el mando de Rafael Revert, y la supervisión de Tomás Martín Blanco, el equipo formado por Ángel Carbajo, Manolo González, Olimpia Torres, José Andrés García Viu, María Ángeles Juez e Inma Codina habían puesto en marcha una de las mayores revoluciones de la radio moderna; estrenaban Los 40 Principales en el formato radiofónico en los 93,90 Megahercios en Modulación de Frecuencia. Había nacido Radio Madrid FM.

Entradas y acreditaciones de los conciertos de Madrid y Barcelona
(No dio tiempo a cambiar el lugar de los concierto de Madrid)

El crecimiento y desarrollo de aquella programación había sido tan espectacular que ya nada sería igual, ni simplemente parecido. Como una persona de 25 años que en nada se parecía al bebé que había sido alumbrado por unos iluminados a mediados de los 60 quería demostrarlo. Rafael Revert, director de Los 40 Principales y Luis Merino, subdirector, pusieron en marcha las celebraciones de tan señalado acontecimiento. Se trataba de celebrar dos gigantescos conciertos en Madrid y Barcelona que pudieran verse de forma simultánea y 25 conciertos a lo largo del verano en 25 ciudades españolas.

Llegando a esta época le pedí al entonces director de Los 40 Principales que me contara cómo vivió aquél acontecimiento. Según lo iba recordando y viendo la contagiosa emoción le pedí que lo escribiera. Prefiero que sean sus propias palabras convertidas en texto las que reflejen de forma mas precisa lo vivido y aquella emoción.

25 años habían pasado desde que en Radio Madrid se iniciase el programa de Los 40 Principales. La primera lista de éxitos de nuestro país, parida por Rafael Revert nació como programa, pasó a ser el argumento de la tarde de los sábados en las que bajo un modelo democrático de votación telefónica se escalaba o descendía puestos semana a semana. A partir de la generalización de las FM’s, 40 se convirtió en argumento programático de estas estaciones de frecuencia modulada hasta llegar al año 1980 en el que se aplicó el formato de radiofórmula. Desde entonces el crecimiento fue vertiginoso hasta convertirse en la primera cadena de radio de España. ¡¡¡No solo de radios musicales!!!, superaba con creces a todas las radios habladas. Aquella pandilla de chavales locos por la música (eso éramos) encantaba a nuestra audiencia con un entusiasmo y afición realmente contagioso.

Una semana antes del concierto y con todos los camiones en el Bernabeu listos para montar, el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, comunicó a Augusto Delkader, director de la SER, que el concierto no se podía hacer en su estadio. Eso si que fue una “prueba de estrés”

Y así llegamos al 1991, y teníamos que celebrar 25 años. Intentamos lograr lo más grande que se hubiese hecho en nuestro país y lo conseguimos. La idea no era original pero si perfectamente adaptada. Yo había estado presenciado en Londres el primer concierto de Live Aid que reunió allí y en Filadelfia a los principales del pop internacional y en cada uno de los lugares se presenciaban vía satélite las actuaciones del otro continente. Y así lo planteamos: Lo mejor de la música española desde Madrid y Barcelona, simultáneamente desde el Bernabéu y Sarriá, y cada uno presenciaría en directo lo suyo y señal vía satélite del otro recinto. El orden de salida se planteaba con el inicio desde Barcelona que contaría con las actuaciones de Presuntos Implicados , Duncan Dhu y La Unión. Éstos se alternaban con Gabinete Caligari, Héroes del Silencio y El Último de la Fila. A estas grandes bandas había que sumar muchas miniactuaciones y presencias como las de Mecano y Miguel Bosé que habiendo abierto el concierto de Barcelona se trasladarían Madrid.

Todo correcto y perfectamente planteado hasta que una semana antes del concierto y con todos los camiones en el Bernabeu listos para montar, el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, comunicó a Augusto Delkader, director de la SER, que el concierto no se podía hacer en su estadio. Eso si que fue una “prueba de estrés”; Cambiar la ubicación de un concierto así a una semana vista… El recinto más apropiado era el Hipódromo de la Zarzuela. Eso nos obligaba a establecer un servicio de lanzadera de 62 autobuses para facilitar el transporte publico gratuito desde Moncloa a al hipódromo. Con todo listo me fui a Barcelona donde la venta de entradas no tenia la misma alegría. Hicimos lo que pudimos, siempre con la ayuda de los excelentes productores del concierto: Rosa Lagarrigue (Madrid) y Pino Sagliocco (Barcelona).

El único problema es que la gente no utilizó el transporte público y la autopista A-6 (La Coruña) se bloqueo durante más de 2 horas. De nada sirvió el servicio de autobuses – lanzadera. Conforme llegaban la gente se sumaba a una de las fiestas más importantes que ha tenido la música española en la que todo saló artísticamente como estaba previsto pero con mucho más calor.

Más de 200.000 personas entre Madrid y Barcelona celebraron con toda la gente de 40 su vigésimo quinto cumpleaños. José Antonio Abellán, Fernandisco, Yolanda Valencia y todos los que hacíamos 40 fuimos felices con la repuesta de un publico que nos quería y que cantó con todos los músicos que habían participado un “Tren de Largo recorrido” que devino en historia.

Momento, concierto y noche realmente inolvidables.

Emociona leer el texto de Luis. En Albacete lo íbamos a celebrar con un concierto de Revolver en la Caseta de los Jardinillos, un recinto al aire libre con capacidad para 3500 personas de pié remodelado en 1987 por el arquitecto Antonio Escario y la colaboración de sus compañeros Jesús García y José Luis Palencia. Con la coordinación de Ramón Gómez, responsable de Los 40 Principales en Albacete, y el trabajo de toda la emisora los oyentes de Los 40 abarrotaron el recinto, a pesar de la tromba de agua –una mas- que bautizó la celebración del aniversario.

Aquél montaje fue una buena prueba de fuego para lo que la casa realizaría un año después con motivo de las Olimpiadas de Barcelona y la Expo Universal de Sevilla. Se iba a preparar una programación especial que duraría un año completo con los preparativos en otoño e invierno de 1991 y que se transformaría en primavera y verano. Todo ello serviría para encumbrar a varios profesionales de la SER de forma definitiva. Al mismo tiempo asistiríamos a una “guerra civil” en Antena 3 de Radio que desembocaría en el denominado antenicidio, o la autoinmolación de unos profesionales que una vez conseguida la cima sintieron el vértigo del poder. Desde la distancia manchega todo se observaría con estupefacción, aunque hasta llegar a ello vería como la carretera se cobraba a un extraordinario periodista.