269/ José Luis Velasco, los otros nombres de la radio


2005 parecía el año en el que se marchaba una parte vital de la historia de la radio. Llegaba el cambio de nombres, contenidos y conductores; ya se había producido el de la gestión y las nuevas herramientas, ahora se desarrollaba una nueva forma de comunicar, y como si hicieran un guiño a su propia historia personal y profesional nos iban dejando leyendas de la radio, ya inmortales. Unos por la edad o ley de vida como los Herrero Mingorance, Ángel Álvarez o Raúl Matas, pero otros mucho antes de “lo debido” como Joaquín Luqui, y ahora se unía José Luis Velasco, un hombre que además se llevaba consigo una marca esencial de ser y de hacer, se llevaba parte del estilo de la casa, y no solo el estilo profesional, se llevaba parte del sonido personal.

La mañana del 14 de septiembre de 2005 se levantaba sin uno de nosotros; nos enterábamos que nos había dejado José Luis Velasco, y con él un nexo de unión de diferentes generaciones de la Ser. Cuando me dispuse a elaborar la nota necrológica que enviaría a los medios le veía como uno mas de los elementos que fueron engranando los eslabones de la cadena de la Ser entre diferentes generaciones. Era ese tipo de profesional que tras acercarse a la radio como oyente desde niño, su inquietud por conocer el mundo del medio de la imaginación le llevó al periodismo, pasó por ABC, revistas como Mundo Hispano y Tauta, para finalmente recalar en la que sería su casa, Radio Madrid, la Cadena Ser.

José Luis Velasco

Cuando me refiero a Velasco como uno de los eslabones de la cadena de continuidad de una forma de ser y trabajar lo hago en toda la extensión del término y significado. Su espíritu encajaba los nombres históricos de la radio mas conocidos, pero también de aquellos nombres que quedaban en los oídos de los mas fieles seguidores de la Ser, y de Radio Madrid, que habían ido conformando generación tras generación la marca indeleble de la cadena como los técnicos de sonido, guionistas, redactores de programas, auxiliares, etc. Velasco era uno de ellos porque cuando en 1983 entró en la Ser empezó a trabajar con Joaquín Prat y Pepe Domingo Castaño. El primero ya era una leyenda histórica enraizada en la propia naturaleza de la cadena y Castaño llevaba mas de diez años convirtiéndose ya en un icono de la Ser. A través de ellos conoció la historia y personajes de la familia mas y menos conocida de la emisora de la Gran Vía madrileña.

Su rigor e inquietud cultural le llevaron en 1986 al equipo de Hoy por Hoy, en el que permaneció durante 13 años ejerciendo la labor del “Portavoz del oyente”, una de las secciones mas significativas del programa y de las labores profesionales que mas le había producido reconocimiento y satisfacción profesional. Todos los directores de la cadena Ser contaron con su entrega y profesionalidad encargándole programas diarios, semanales, nocturnos, de fin de semana o de verano, de hecho llegó a ser el perfecto comodín. Dirigió y presentó El Club de la tarde y Tarde de domingo, así como Hoy por Hoy en verano, A vivir que son dos días, Carrusel del Domingo, Carrusel de Verano, Rompeolas, y Por fin Madrid. Sabía adaptarse a todo tipo de profesionales, de ahí que además de trabajar con Iñaki Gabilondo en la radio lo hiciera con Prat en programas de televisión como El Precio Justo y Noches de Gala. En 1998 le fue concedida la Antena de Plata a toda su trayectoria profesional. Los dos últimos años había venido realizando el programa Clave de SER en la madrugada de los viernes, en el que se manifestaba su preocupación por llevar el mundo de la cultura a los oyentes. Lo que le hizo implicar a algunos de sus amigos de mayor prestigio en calidad de colaboradores desinteresados, de ahí que personalidades como Cristóbal Halffter, Rosa Regás, José Luis Garci, Ros Marbá, Odón Alonso, José Mª Pou, Tito Valverde, Lorenzo Silva o Mercedes Salisachs tuvieran apariciones habituales en su programa. Su pasión por la radio le hizo vivir en Clave de SER.

Dos amigas y compañeras de la radio, Pilar Falagán y Ángeles Afuera se despidieron de José Luis aquél día escribiendo dos notas que nacían del corazón. Falagán destacaba las tres pasiones de Velasco: la radio, Alfredo Kraus y Galicia.

“José Luis Velasco era el talento encerrado en el cuerpo de un antiguo jugador de Rugby que sufría las secuelas de las “melés”. Sus compañeros, sus amigos de la radio, le recordamos refunfuñando desde que su humanidad entraba por la redacción o por la puerta del estudio, siempre al límite de la hora, para disimular con máscara de ogro lo inmenso de su ternura y su generosidad sin límite. Su aparente despego por “lo establecido” como la vida en pareja, las fiestas familiares, enmascaraba sus flaquezas, que quedaban al descubierto en los programas especiales que realizaba en Nochebuena y Navidad. Aquí “Velasco-Mr. Scroog” quedaba al descubierto con unos maravillosos cuentos escritos cada año para esas fechas. Su forma de entrevistar sorprendía al invitado por el cariño y el conocimiento que demostraba hacia el personaje. Las preguntas eran siempre “a favor”. La ironía la dejaba para la crítica. Dos pasiones latían permanentemente en el corazón de José Luis: Kraus y Galicia, una tierra que adoptó como propia y que no perdía ocasión de añorar. “Galicia era el paraíso y Kraus era Dios, todo los demás era accesorio”.

Ángeles Afuera resaltó la personalidad de Velasco y “sus oyentes lo saben porque cada madrugada de los sábados le escuchaban abrir el programa “Clave de SER” con una sorna ya bien conocida: “¡Bienvenidos al mejor programa de la historia de la radio!”. Fieles hasta el fin, conocían su voz grave y modulada, su vastísima cultura, especialmente en música clásica, su adoración -por ejemplo- por el tenor Alfredo Kraus, o por la escritora Mercedes Salisachs. Su aspecto de ogro bueno, ni su escepticismo como consigna, ni su melancolía como forma de vivir... Emboscada en todo eso, se coló en los últimos tiempos una honda tristeza que quizá no supimos distinguir. El último sábado, a las seis menos un minuto, José Luis Velasco remató el programa: “Nos vemos el próximo…..¿miércoles, jueves, viernes?”. Pasó las imaginarias hojas de un calendario y añadió: “Hasta el próximo programa”. Fue su última despedida.

He querido personalizar en Velasco, mas allá de su personalidad, carácter, humanidad o aficiones al hombre de Radio Madrid y la Cadena Ser. Ese tipo de profesional que podía ser la imagen de tantos y tantos que entregaron –y siguen haciéndolo- su amor y pasión a la radio, y que como en todas las ciudades traspasaron el receptor para formar parte de la familia de la audiencia; ellos eran, son la Ser, la Radio. Me vienen a la memoria los nombres de Carlos Mendo (padre), siempre tras una maquina de escribir, que entregó su vida en la radio en forma de guiones y críticas cinematográficas para que su hijo realizara sus estudios de periodismo en la vieja Escuela Oficial y desarrollara una enorme y brillante carrera, los hermanos Rodríguez (Julio, Arturo y Manolo), Arturo de la Vega, Mariví Fernández-Palacios, Maruchi Arenaz, María Jesús Prieto, Luis Rodríguez Olivares, Marta García, Arturo Calderón de la Barca y Bertot, Mari Ángeles Juez, Jesús Alarcos, Carmina Pérez de Lama, Marisol Álvarez, Manu Zoco, Rafael Sánchez, José Luis Espinosa, Pepe Rubio, Luis Pinar, Juan Aranaz, Alfonso Hernández, Carlos Nicolás, Jesús Soria, Antonio Romero, Rosa Rosado, Nuría Serena, María José Casado, Juan Vives, Pepe Machado, Carlos Blanco, Ángel Jiménez, Fé Romero, Javier Torres, Gema Carrasco, José Joaquín Iriarte, Bárbara Marraco, Juan Ángel Hinarejos, Jorge Alcover, Juan Luis Iglesias, Ángel de la Vega, Paloma Varela, Manolo González, Marce Rodríguez, Ángel López, Paloma Tortajada, Juan José Botija, Gerardo González, Rocío Sanjurjo, Carlos González y Carlos G. Llanos, Paloma Hernán, Ana Borderas, Eduardo Martín, Rosa Márquez,  Francisco Javier Renes, Ángel Carbajo, Javier Astasio, Antonio Martín Valbuena, Mari Carmen Losada, Hélène Puech, Conchita Migoya, José María Alfageme, Nieves Goicoechea, Jean Michel Bamberger, Ernesto Estévez, Gorka Zumeta, José Luis Arriaza, Pablo Quintana, Sandro D'Angeli, Olimpia Torres, Benjamín Llorens, Goyo González, David Alonso, José Miguel Jaúregui, María Dolores Catoira, Willy González, Cristina Lasvignes, José María García-Lastra, Pedro Collado, Margit Martín, Esther Minguito, Luis del Amo,…

…Marisol Tomás, Amparo Alzina, Marta González Novo, Marisa Gallego, Mary Garijo, Elicio Dómbriz, José Fernando Dicenta, Arturo de Blas, José Antonio Marcos, Maribel Pérez Barrios, Javier Ayuso, José María Patiño, Clara María, Ángel Cabrera, Esther Bazán, Carlos Bustillo, Silvia Ortega, Alberto, Jorge y Mari Ángeles Ruano, Alfonso Ojea, Javier Álvarez, Pepe Fernández, Joaquín Guzmán, Carlos Gómez Amat, Ángel Ferreiro, Manu Martín, Tino Rebollo, Pepe Balado, Ana Londaiz, Javier Lobo, Isaías Lafuente, Javier Gregori, Esteban Cavadas, Carlos Cala, Vicente Bañuls, Anabel Padilla, Rafael Manzano, Paloma Delgado, Francisco Quiroga, Elena Fernández, Fernando Vega, Miguel Ángel Oliver, Juan Carlos Sicilia, Marta Gómez Montero, Javier Casal, Curro Serrano y los Oñate, Augusto Molina, Francisco José Tomillo, Jesús Gallego, Susana Moreno, José Luis Mejuto, Nuria Prieto, Elvira Cordero, Toñy Fernández, Vanesa Rivas, Francisco José Delgado, Eduard Navarro, Paloma Martín, Lucía Moreno, Mamen Mendizábal, Pilar Velasco, José Conchillo, Teresa Rubio, Javier Suárez, Eva Cuesta, Alberto Granados, Olga Rodríguez, Pedro Blanco, Javier Manzano, Pablo Morán, Carles Peña, Ana Terradillos, Javier Ruiz, Jesús, Andrés y Mario (los de la cafetería)…

Son, han sido miles de hombres y mujeres, pero he querido mencionar a algunos que me han venido a la memoria de aquellos a los que conoció Velasco cuando llegó a la Ser o con los que fue trabajando a lo largo de sus 22 años, y otros que antes y después de él no quiero olvidar porque son y han sido leyendas de la radio y eslabones de la cadena,… y me faltan muchos miles mas... Disculpar los ausentes, pero la fragilidad de mi memoria no debería ser injusta con los mencionados.

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La vida seguía y las nuevas incorporaciones asumían la marca y seña de la casa para, retomando el testigo, continuar el recorrido por las ondas. La ya directora de A Vivir que son dos días, Àngels Barceló, se reunía con el presidente Rodríguez Zapatero en los estudios de Gran Vía el domingo 16 de octubre para tratar principalmente del nuevo “Estatut de Catalunya” en el que el presidente del Gobierno garantizaba que el “saldrá del Parlamento con pleno respeto a la Constitución y a las identidades nacionales”. Zapatero resumió su idea sobre lo que debía ser el nuevo Estatut catalán como "libertad para el autogobierno, autogobierno como libertad y seguridad para todos". Respecto a la definición de Cataluña como nación, el Presidente del Gobierno manifestó que "la fórmula para definir a Cataluña en el nuevo Estatut catalán saldrá del debate del Congreso de los diputados". El jefe del Ejecutivo  entendía que la postura del Partido Popular contra el proyecto de Estatut era el resultado de su "actitud de no confiar en los españoles".


Nacimiento de La Sexta

Aunque mediáticamente lo mas señalado de aquellos días fue la llegada de un nuevo canal de televisión, nacía La Sexta. Emilio Aragón, presidente de Globomedia, y Tatxo Benet en representación de Mediapro, presentaron el sábado 15 de octubre su solicitud para una nueva televisión analógica privada. Junto a ellos entraban en el proyecto El Terrat, Drive y Bainet bajo la denominación de Grupo de Audiovisual de Medios de Producción (GAMP).

Las informaciones del lanzamiento recogían que la distribución accionarial se repartía de la siguiente forma: Grupo Árbol-Globomedia (40%), Mediapro (38%), Drive (10%), El Terrat (7%) y Bainet (5%). Grupo Árbol-Globomedia estaba liderado por Mikel Lejarza, Emilio Aragón y José Miguel Contreras, Mediapro era liderada por Jaume Roures, Drive la encabezaba José Manuel Lorenzo, El Terrat era la productora de Andreu Buenafuente y Bainet era propiedad de Carlos Arguiñano.

La última semana de Octubre y primera de noviembre de 2005 llegaban cargadas de actividad sin descanso: Asamblea de Ibiza y los Ondas con el fallo del jurado y la gala de entrega de los Premios. Iban a ser unos días llenos de emociones y sensaciones personales muy fuertes e inolvidables que se prolongarían durante 14 meses.

Comentarios

  1. !Vaya sorpresa y qué honor ser citado en este blog! Se me había escapado esta cita de una nota de Ángeles Afuera, maestra en tantas cosas y ejemplo de tantas otras. Como tú, mi querido Juan de Dios. Un abrazo desde la periferia...

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