Nunca... (70) Los 40 pierden la etiqueta




Habían sido las primeras vacaciones que Paloma y yo habíamos tenido juntos. Partiendo de El Campello, acompañados en ocasiones por Benja, habíamos recorrido la Costa Blanca disfrutando de playas, montañas y su multitud variada de arroces en la que mi amigo era un experto. Habíamos intentado escapar de la rumorología aunque era complicado. En cualquier caso al regresar nos encontraríamos con los cambios que se habían estado fraguando en los últimos meses.

El final de Superventas LP's
Portada de El Gran Musical
de Septiembre de 1979

Con el final de los ’70 Tomás Martín Blanco y Rafa Revert querían dar un mayor impulso a Los 40 Principales creando en nuestro país lo que sería la primera radiofórmula al estilo de las emisoras del Top 40 americano. Olimpia Torres, Anabel Padilla, Paloma Varela, Antonio Bravo, Toño Martín, Rosa Chaves y José Luis López Castro serían el equipo-base sobre el que pivotaría el nuevo proyecto que comenzando a las 8 de la mañana finalizaría a la 1 de la madrugada en una primera fase para posteriormente llegar a las 24 horas, incluyendo programas especiales, pero no adelantemos acontecimientos.


Al regreso Rafa me comunicó los planes que tenía previstos para la FM, que dejaría de llamarse Radio Madrid para adoptar la denominación de 40 Principales Madrid, la misma que llevaría en cada localidad, embrión de la Cadena 40 Principales. Se había barajado la posibilidad de que Superventas LP’s siguiera en antena de 10 de la noche a 1 de la madrugada, pero Tomás tenía otros planes de mayor envergadura para mí y la dedicación plena a la música no estaba en ellos, pero debería ser el propio Tomás quien me los desvelara.

No tardó el director de programas (hoy denominado contenidos) de la SER en comunicarme lo que tenía pensado tanto para Paloma como para mí. Ella seguiría en Los 40 de lunes a viernes y los domingos por la tarde realizaría un programa con José Luis Arriaza denominado Sigue la fiesta, tras el Carrusel Deportivo de Vicente Marco. Quería que yo me encargara de la programación nocturna de Radio Madrid que se emitiría en cadena facultativa de 2 de la madrugada a 7 de la mañana, es decir entre la Medianoche de Antonio José Alés y El Despertador de Pepe Fernández.


Espiral 180

Me explicó que en el nuevo esquema de Los 40 no tenía cabida un programa de un corte tan especializado de Superventas LP’s que se había convertido en la “Etiqueta negra” de la programación musical de la SER, pero que el contenido del mismo tendría su presencia los sábados por la tarde en el nuevo programa que iba a realizar Pepe Cañaveras, y seguiría escribiendo en El Gran Musical. De esa manera terminaba mi relación con la FM y Los 40 de forma definitiva.


Habían sido tres años y medio intensos y emocionantes, vividos con pasión. Era como haber disfrutado de la madurez al comienzo de la carrera, esa epoca en la que los artistas dan lo mejor de sí y sus primeras se convierten en referencia para la posteridad cuando no están contaminados por el negocio, el marqueting y los excesivos interese comerciales, pero llegaban nuevos tiempos y “los jefes” pensaban que mi evolución debería caminar por el sendero de la radio convencional o generalista.

Sentí que algo intenso se rompía dentro de mi. Un fuerte dolor me invadió durante varios días, y en ocasiones regresa. Cuando recuerdo aquellos momentos veo la cicatriz –la primera- que aquella decisión me dejó. Yo amaba la radio y la música pero los jefes decidieron que mi amor no podía ser compartido por ambas y me hicieron sacrificar la música para entregarme a la radio. Era la primera y profunda herida que iba a vivir en mi vida profesional, pero en el reto estaba mi crecimiento profesional.


A pesar del tiempo transcurrido aún resonaban los ecos del Desire de Bob Dylan, el álbum mas vendido en aquél Abril del ’76, y ahora que la lista la lideraba Dire Straits, su líder Mark Knopfler se metía en el estudio con el poeta de Duluth (Minnesota). Era el momento de recoger la música y llevarla a otra parte. Atrás quedaban las discusiones en las noches de tirada de el periódico sobre los espacios, tamaños y diseño de cada página, la bronca que nos dio Revert a Nacho Artime y a mí por publicar una entrevista con Emiliano Alaiz, director de marketing de Movieplay sobre la marcha de Lluis Llach de su discográfica para fichar por Ariola o por la ruptura de Perales con Trabucchelli, las conversaciones con Luis Soler que dieron lugar al bautizo de un nuevo sello discográfico, Discos Chapa con una serie de grupos que revolucionarían el mundo del rock español como Asfalto, Leño, Coz y Ñu, entre otros, y tantos momentos imposibles de trasladar a estas páginas pero que servían para crecer como profesional y tallar la medida de "los intereses empresariales y/o personales".

Era el momento de la Electric Light Orchestra y su Discovery, The Doobie Brothers con Minute by Minute, de Bob Dylan At the Budokan, Toto, Alameda y, sobre todo, del Tiempo y Luz de Triana, grupo en la carretera y la lucha por la música progresiva y alternativa desde 1974 que por fin veía refrendado su trabajo de la mano de ese monstruo de la música española, y de otras cosas que se llama Gonzalo García Pelayo.

Finalmente la nueva etapa arrancaría en octubre, pero antes empezaba Espiral 180. Pepe Cañaveras iba a conducir el programa en el que intervendríamos Joaquín Luqui con las novedades semanales, Antonio Bravo llevaría lo mas pegaba en la música disco, Julián Ruiz hablaría del mundo del rock y yo hablaría de los LP’s mas importantes que aparecían cada semana. Aparecíamos en el programa una vez cada hora y en él se incluían visitas, entrevistas en directo, resúmenes y crónicas de los conciertos a los que acudíamos. Era una forma de dar mas sentido y presencia en la OM y en la emisoras de FM a la programación musical. El programa era una revista cuyas páginas se releían cada 60 minutos en una “Espiral de 180º”.

Joaquín y yo teníamos las intervenciones casi seguidas y siempre, tras la segunda de ellas, a eso de las siete menos cuarto, me hacía una señal con su dedo índice desde el control del estudio 6 para que le acompañara a la misa de 7 en San Martín.
***
Superventas LP’s terminaba. Había sido un programa que nació conmigo y conmigo desapareció. Efectivamente se había convertido en la Etiqueta negra de la música de la SER, y había abierto las puertas del respeto y consideración de los grupos y músicas alternativos que solo veían en otras emisoras muy minoritarias un cierto respaldo. A partir de entonces empezaron a acercarse a la SER y a Los 40. A mi me había dado una notoriedad que nunca hubiera alcanzado sin él, y así como agradecí en su momento la confianza que depositaron Revert y Martín Blanco para presentarlo, era el momento de corresponder con lo que me había dado. Llegaba el momento de completar la programación radiofónica en directo las 24 horas al día, y de nuevo era elegido para una nueva aventura.

El viernes 28 de septiembre realicé el último programa de Superventas LP’s despidiéndome con I've been this way before, el mismo tema con el que finalizaba Diamond en sus conciertos de Australia en aquél ya lejano 1976, el mismo año que había nacido Superventas LP's.

Fórmula 40 
Un tiempo feliz que se acababa

Aquella mañana del primer día de octubre fue trepidante. Se ponía en marcha la primera radiofórmula musical en España y la tensión se vivía en pasillos y despachos. El sistema consistía en la emisión de los discos según colores y de estos dependía la frecuencia de emisión. Había cuatro de color rojo, doce verdes, dieciséis azules, veinte blancos y ocho sin color. No se podían "pisar" la voz del cantante y solo se podía presentar durante la "intro" del tema; en caso de no haber dicha intro el disco era presentado al finalizar.

La programación trataba de repetir los discos rojos cada 30 minutos, los verdes cada hora, los azules cada dos, blancos cada tres y los que iban sin color servían para ajustar las media horas. Era un sistema de colores según los objetivos que había decidido la Central de Programas Musicales (C.P.M.) en función de las inversiones en publicidad de las compañías discográficas y predicción del equipo que capitaneaba Revert y en el que además de Luqui, Pepe Fernández, Julián Ruíz y Cañaveras, con el paso del tiempo se irían incorporando los delegados de las emisoras de 40 en toda España. 

Realmente era un sistema con mucho ritmo, se repetían con mas frecuencia los discos que mas gustaban a la audiencia y entendía que en ese "sistema" yo no tenía cabida. La "Etiqueta negra" era demasiado "etiqueta" y negra" para la radiofórmula. A pesar de ello los espacios de Pepe y Luqui se mantuvieron un tiempo hasta desaparecer el primero y ser postergado el segundo.

Cuando la fórmula se fue rodando se institucionalizaron las reuniones de las mañanas de los martes en la radio. En ellas los miembros de las compañías esperaban en los pasillos la fumata blanca para saber si sus discos-objetivo merecían la aprobación del "conclave de los cardenales de Los 40". Había llegado el momento en que la radio debía tomar las riendas de su producto musical y podía caer en manos de las discográficas y clubes de fans. Los 40 Principales era un producto con una historia que empezaba a ser leyenda, tenía un gran presente y futuro espectacular, y solo debía responder de la gestión de la empresa y no del albur e intereses directos de la industria. El triunfo de Pecos sobre Camilo Sesto había dejado una profunda huella y había precipitado unas decisiones que se llevaban tiempo madurando.

Nuevos tiempos

Era el tiempo de los nuevos DJ's: Toño Martín, Rosa Chaves, Fermín Rotaeche (Bilbao) y otros muchos mas que en la primera etapa estuvieron acompañados por los "veteranos" Olimpia Torres, Anabel Padilla, Paloma Varela, López Castro y Antonio Bravo. El primero había sido finalista de Madrid en el concurso de DJ's, que había ganado Rosa Chaves, y de su mano entraría en la radio poco tiempo después un crío con una pasión desbordante por el medio y la música al que enseguida bautizamos todos como "el baby". José Antonio Abellán tenia la insensatez y locura de la edad y con su carisma embrujó a Revert. Lo mismo hizo Rosa Chaves, una mujer inquieta a la que le gustaba escribir poemas y canciones, y supo utilizar la radio para su promoción personal hasta llegar a grabar un LP con Hispavox.

Pero esas ya son otras historias de las que me alejé cuando el lunes 1 de octubre, tras una larga siesta y varios cafés, me preparé para relevar al "monstruo" interno y desbancar a los "externos" en pocos meses.

Comentarios

  1. Antes de nada presentarte mis condolencias por el fallecimiento de tu madre.

    Increíble la historia Juan De Dios. La he leído con mucho interés. Es historia viva de nuestra radio. El nacimiento del sistema hotclock para la radio musical. Poco tiempo despues creo que Abellán "inventó" el programa del repaso a la lista tal como lo conocemos hoy ¿no? y Olimpia Torres (D.E.P.) era la única locutora que aguantaba del equipo original (además de Revert) ¿Recuerdas cuantos años más estuvo en los40 antes de irse? En fin, como siempre gran artículo.

    Saludos Bloggeros.

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  2. Gran programacion con grandes locutores. No como la bazofia de los 40 de hoy en dia

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  3. Los 40 de ahora son BASURA.. que tiempos aquellos cuando en la emisora te encontrabas con programas dedicados a todos los géneros musicales.... hoy en día en Los 40 eso es impensable

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